La galaxia de Andrómeda es una espiral súper gigante del tipo Sb con una luminosidad que es, por lo visto, algo mayor que la de nuestra galaxia. Está vuelta hacia nosotros de modo que su plano principal constituye un ángulo de 15 grados con la línea de visión, es decir, se ve casi de perfil. Sin embargo, un ángulo de 15 grados no es lo suficientemente pequeño para que la materia polvorienta situada cerca del plano principal de esta galaxia pueda manifestarse en forma de cinturón oscuro.
La galaxia de Andrómeda tiene un gran núcleo brillante del que emergen dos brazos espirales. La fuerte inclinación de la galaxia a la línea visual oculta la forma de los brazos, aunque de todos modos son bien distinguibles. En la figura se ve que saliendo del núcleo con el brazo espiral y dirigiéndose a su extremo, hay que hacer una vuelta en el sentido de la saeta del reloj. Los brazos espirales están desarrollados moderadamente, muy apretados al núcleo, separándose de el lentamente, lo que es característico para el tipo Sb, mientras que para las espirales del tipo Sc, los brazos espirales se alejan rápidamente del núcleo.
Igual que nuestra galaxia la de Andrómeda tiene una composición estelar muy variada. En sus espiras predomina la población estelar del tipo I, están concentradas gigantes y súper gigantes azules. Allí mismo hay un gran número de estrellas variables de distintos tipos.
Se puede calcular que en un año en Andrómeda explotan por término medio 26 novas. Esta es una apreciación muy importante. Por lo visto, caracteriza en general el número medio de explosiones de estrellas nuevas en la galaxias Sb y, posiblemente, en las Sc.
También en nuestra galaxia deben estallar aproximadamente un número igual de estrellas nuevas, pero a la mayor parte de ellas no se las logra observar, puesto que las explosiones que se producen cerca del plano principal de la galaxia y las lejanas estrellas novas no pueden observarse por la fuerte absorción de la luz.
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